jueves, 11 de febrero de 2010

DIBUJAR ES PARA TODOS

Diferentes métodos de aprendizaje

 

Dibujar con el lado derecho del cerebro

Dibujo lineal

Dibujo de figura humana

Retratos

Composición

Técnicas




La habilidad para el dibujo es una posibilidad alcanzable.
Mis más de veinte años experiencia en la docencia con jóvenes y adultos me demuestra que a un método particular para cada tipo de dibujo y a un seguimiento personalizado del alumno solo queda agregarle la ejercitación para desarrollar las habilidades competentes que conducen a un trabajo exitoso. Aprender a transitar por el universo del dibujo, conociendo su lenguaje y pensando como dibujante es un trayecto certero y sumamente placentero.
Entre los diversos métodos por mí empleados encontré el de mayor eficacia en un libro de la Profesora Betty Edwards (con su primera edición en el año 1979) que enseña como “Aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro”. El descubrimiento de ese método y de la manera particular en la que actúa el cerebro humano nos permite abordar la enseñanza desde un lugar diferente y a la vez más eficaz. La autora se sirve de múltiples estudios neurológicos y científicos que prueban que nuestro cerebro tiene dos formas diferentes de procesar la información. Así como el hemisferio izquierdo es  principalmente  “verbal, simbólico y analítico”, el hemisferio derecho es “visual, concreto y espacial”, por lo tanto más acorde para desarrollar las habilidades necesarias para el dibujo adulto.
Y es nuestra labor docente conducir al alumno a reconocer el estado de conciencia diferente en el que nos coloca el desarrollo del dibujo y ofrecer ejercicios que lo faciliten e induzcan.
El estado de conciencia no habitual al que nos transporta la tarea de dibujar no solo es algo  que debamos a las “musas” sino principalmente a una reacción, o mejor dicho una muestra, de un fenómeno que ocurre en nuestro cerebro...

Y experimentarlo es fabuloso!



Las cinco habilidades perceptivas
   El aprendizaje del arte del dibujo es principalmente el desarrollo de la capacidad de “ver” más que la destreza en el uso del lápiz. La motricidad manual necesaria no es mayor que la que exige escribir con letra clara o la que se requiere para enhebrar una aguja. En cambio el aprendiz deberá desarrollar su percepción visual por sobre todas las demás. No solo para ver de una manera objetiva y despojada de preconceptos los objetos tomados como modelos sino además para ver los resultados que van apareciendo sobre su papel de dibujo. Esto es lo que se dice “ver a la manera del dibujante”.Decodificando las imágenes en elementos propios de la materia, el dibujante no dibuja cosas (una mano, un árbol, un perro, etc.) sino dibuja líneas. Y una vez que aprende a proceder de este modo no habrá temas más difíciles que otros. Una de las frases más habituales que dicen mis alumnos es “las manos son lo más difícil de dibujar” a lo que yo respondo que si uno piensa que lo que dibuja son líneas y no manos, no son más difíciles que cualquier otra cosa. Dibujar líneas y no cosas es el mayor secreto para poder dibujar.
Para adquirir esta capacidad se deben desarrollar cinco habilidades perceptivas específicas. Estas son:

1.    La percepción de los bordes.
2.    La percepción de los espacios.
3.    La percepción de las relaciones.
4.    La percepción de las luces y las sombras.
5.    La percepción de la totalidad o gestalt.

Ejercicios programados y secuenciados desde lo simple a lo complejo me permiten desde hace años desarrollar en mis alumnos las cuatro primeras de estas habilidades de manera específica, mientras que la quinta, la de la totalidad, no se adquiere de una manera particular y cerrada sino que es abordada con indicaciones complementarias durante el desarrollo de las cuatro primeras.. Es aquí donde el acompañamiento del docente se vuelve fundamental,
Una vez adquiridas estas habilidades perceptivas el alumno estará capacitado para manejarse dentro de las características propias del dibujante, posibilitándole una realización efectiva en base al dominio del lenguaje propio de este arte.

 ¿Qué es una línea sensible?
     Muchos principiantes creen que dibujar es solo la correcta trascripción de lo que se ve o se imagina sobre un papel u otro soporte artístico. Esto tiene parte de razón, pero allí no acaba todo. La representación de las formas es solo el comienzo del proceso creativo, pero para que esto se convierta en un hecho artístico necesitará del pasaje por el tamiz de la subjetividad sensible, eso que permite transmitir las formas de una manera más personal y única , “sensible”, eligiendo no solo qué queremos mostrar sino como queremos hacerlo. Una línea homogénea, igual en grosor, intensidad y color en todo su recorrido, a la manera del dibujo técnico no es la única manera de hacerlo. La línea, ese mínimo recurso del dibujo, puede estar llena de variantes. Diferentes colores, matices y grosores; el uso de líneas que en su recorrido van variando, desvaneciéndose hasta desaparecer y volver a aparecer; son solo algunos de los recursos posibles que harán de nuestros dibujos una sinfonía aún más atractiva a la vez de ofrecernos una labor sumamente placentera, viendo transformarse a nuestra obra adoptando un aspecto que nos representa de una manera original y propia.
Conducir a mis alumnos por este camino de plena expresividad artística sensible es una labor por demás grata. Y vale la pena experimentarla. 










El dibujo racional 
    Una vez conocidas las posibilidades que nos brinda el dibujo realizado desde el hemisferio derecho y las posibilidades estilísticas del dibujo artístico podremos abordar técnicas de dibujo totalmente diferentes, en donde el intelecto “racional y verbal” será el que deberá actuar y resolver.
Hay estilos de dibujo que requieren un proceder más científico de nuestro cerebro, necesitando de una precisión y desarrollo mucho más “matemático”. Algunos ejemplos de estos estilos son: la perspectiva, el dibujo de ilustración, el comic, la caricatura y los diseños creativos de diferentes profesiones.
Tomemos la perspectiva como ejemplo descriptivo de esto.
Haciendo un poco de historia veremos que la perspectiva es el resultado de aproximadamente 50 años de ensayos entre los siglos XIV y XV que terminaron metodizando la necesidad de resolver el gran problema planteado a los artistas de esa época que era el intento de representar la sensación de espacio y profundidad sobre una superficie plana.
Hoy en día es el tipo de dibujo que permite dotar de un aspecto tridimensional los proyectos mecánicos y arquitectónicos y permitirlos mostrar de manera más acabada y natural. Es por eso que los estudiantes de las distintas carreras de diseño, arquitectura y escenografía deben dominarlo para ofrecer a sus clientes una imagen acabada de sus ideas profesionales. Mi experiencia me muestra que
lamentablemente en las carreras terciarias y  universitarias no se profundizan esas técnicas, acudiendo muchas veces a mí para poder hacerlo.


No hay luz sin sombra
   Uno de los más importantes aportes docentes en el bloque de clases dirigido a la correcta adquisición por parte del alumno del dominio de la técnica del claroscuro es brindarle las herramientas que le permitan percibir los efectos lumínicos de las formas en su correcto valor. Hacérselo apreciar y plasmarlos en su papel es una tarea concreta, alejada de la posibilidad intuitiva con la que alguno de mis maestros pretendía que solucionase mis ejercicios en mis épocas de estudiante. Esta falta de un aporte concreto en mi aprendizaje hizo que diseñara estrategias totalmente comprobables que permiten a mis alumnos solucionar los problemas de la representación en claroscuro.
Como muestra voy a transmitirles ahora una estrategia sencilla pero eficaz para la percepción de los medios tonos, uno de los problemas más complejos, ya que nadie duda en reconocer las grandes luces ni las sombras profundas, pero es mucho más complejo saber a que valor en una escala de grises corresponden los valores intermedios que se nos presentan a nuestra vista.
Un recurso fundamental del claroscurista es el de entrecerrar los ojos, esto permite sintetizar los valores aparentes separándolos en zonas oscuras y claras mucho más generales. En la ilustración vemos dos ejemplos de una esfera iluminada con una zona clara muy luminosa y una sombra proyectada muy profunda. Entre la luz y la sombra vemos una sombra propia en la esfera que en un caso es más clara que en el otro. Si entrecerramos los ojos veremos que en la primera esfera ese medio tono parece unirse a la zona de luz y separarse concretamente de la sombra proyectada mientras que en el otro caso el efecto es el contrario: la zona intermedia parece unirse a la sombra y separarse de la luz. Este mismo efecto es, en un caso o en el otro, el que deberemos apreciar entrecerrando nuestros ojos y viendo así nuestro dibujo mientras vamos sombreando. Una vez conseguido esto abriremos los ojos normalmente ajustando la diferencia entre las zonas asociadas de manera apreciable.



El dibujo de figura
   La representación de la figura humana es quizás el tema más utilizado en toda la historia del arte. Desde la necesidad de contar hechos históricos hasta los retratos, desde la pintura de género hasta el arte político, desde la pintura de miniaturas hasta el muralismo, los artistas de todos los tiempos demostraron sus conocimientos técnicos y prácticos teniendo a la figura humana como modelo.
La figura humana es la representación que realizan los niños cuando comienzan a utilizar el lápiz sobre un papel por primera vez. Es una manera de conocer el mundo que los rodea y de hacer saber a los otros lo que van descubriendo de él. Posiblemente se encuentre aquí el motivo de tanta difusión de esta temática tanto en oriente como en occidente.
La realización de figuras requiere de un aprendizaje específico, el cuál es desarrollado prioritariamente en todas las escuelas de arte. El dibujo con modelo vivo es un método formativo y esclarecedor utilizado para abordar las diferentes problemáticas de la plástica.
Conocer las proporciones, los volúmenes, las actitudes y  las líneas internas de movimiento y equilibrio es el desafío preferido por muchos maestros entre los que me encuentro. Es alentador el grado de motivación que demuestra el alumno en el transcurso de las diferentes clases lo cuál es definitivamente útil para el docente.
Mi curso comienza con clases destinadas a reconocer y manejar las proporciones con enseñanzas teóricas y tomando como modelos ejemplos ilustrativos y fotográficos que posibilitan al alumno familiarizarse con la figura. Luego comienza el trabajo con modelo vivo y consignas específicas que permiten el recorrido por diferentes caminos de la plástica hasta llegar a poses más complejas donde se hace necesaria la resolución de escorzos (formas o partes de formas que ingresan en el plano de la imagen generando sensación de profundidad) y resoluciones más estilizadas y expresionistas.


Técnicas
   Hablar de un dibujo personal y expresivo requiere hablar de técnicas.
El término técnicas en plástica se refiere al correcto uso de los diferentes materiales con los que se pueden realizar los trabajos y el conocimiento de las posibilidades y limitaciones de cada una de ellas es fundamental para permitir la libre expresión confiando en no caer en errores que impidan ese acto espontáneo.
El lápiz de grafito, la carbonilla, las barras de sepia o sanguina, la tinta china, etc. Requieren de una experimentación y conducción cuidadas que faciliten la labor. No será lo mismo el brillo acerado que transmite un grafito que el negro profundo y opaco de la expresiva carbonilla.
Seguramente cada estilo, cada personalidad, se verá mejor representada con el material acorde que no presente inconvenientes en el alumno, haciendo su trabajo más fluido y despojado de preocupaciones que entorpezcan su labor.
Saber conducir al alumno por estos caminos allanados es uno de los objetivos prioritarios del docente.